Aunque se difundió mucho en la Venecia del siglo XVI en los colores azul, rosa, amarillo, marrón, negro y blanco, fue este último color el que gozó de más difusión por lo que los fabricantes de vidrio del siglo XIX le llamaron vidrio opaco blanco lechoso o «vidrio opalino».
Con este vidrio se fabrican vajillas decorativas, lámparas, jarrones, y joyería de fantasía, y fue muy popular durante la época fin de siècle a finales del siglo XIX. Algunas piezas realizadas para personas de gran nivel económico durante la Gilded Age son conocidas por su delicadeza y por su belleza de color y diseño, mientras que las piezas de vidrio depresión de los años 1930 y 40 son menos apreciadas.